La Casa Palacio Rincón de la Catedral, fue, en el s. XV, parte de la vivienda del Dean de la Catedral (la figura que hoy denominaríamos CEO en una empresa).
En el sótano, hay una preciosa cueva que se corresponde con la segunda actuación sobre la casa (siglos XV-XVI) y que se utilizó en esa época como cuadra; posee una serie de hornacinas a lo lardo de sus paredes y arcos de mampostería a lo largo de toda su longitud; el suelo de barro con las piezas dispuestas en sardinel permitía aguantar el peso y cascos de los animales. La cueva se utilizó después como refugio durante las guerras, más tarde como trastero y finalmente terminó siendo una escombrera de todas las obras que se iban haciendo a lo largo de los años en el inmueble. Cuando compramos esta casa tuvimos que descolgarnos por una puerta de hierro que había en el suelo del patio para poder verla pero nos dejó alucinados con su belleza.
Por suerte ha llegado hasta nuestros días en muy buen estado.
En este espacio mágico, se ha dispuesto una pequeña piscina de 15 metros cuadrados y uno de profundidad, en la que hay un circuito de spa con chorros y cama de masaje. También podrás nadar porque dispone de un chorro a presión que te permitirá hacer ejercicio sin moverte del sitio.